sábado, 22 de marzo de 2014

Todos somos especiales.

Con motivo del día mundial del síndrome de Down, hemos querido centrar este post en la inclusión de las personas que padecen dicha patología. Para ello, hemos querido centrar nuestra atención en el acto celebrado ayer, en el Ayuntamiento de Valladolid. Donde Silvia Parada y César García señalaron que 34.000 personas poseen esta alteración genética, pues afecta a uno de cada 1.300 nacidos. Seguidamente, quisieron compartir con los asistentes al lugar un manifiesto con el que pretendían concienciar y sensibilizar a la población sobre la realidad de las personas que están en su misma situación. El manifiesto al que hicieron lectura el día de ayer, se denomina “Tengo Síndrome de Down y quiero trabajar contigo” en el que, los jóvenes comentaron lo siguiente: 

Tener síndrome de Down no es una suerte, pero tampoco es una desgracia. Somos distintos, pero no inferiores. Podemos ser nosotros mismos, ser felices, amar y ser amados, y ser útiles para nosotros y para nuestra sociedad. Queremos aprovechar este día y este lugar para que se oiga nuestra voz. Pedimos ser un ciudadano más, con sus derechos y también con sus obligaciones. Queremos estudiar con nuestros compañeros con y sin discapacidad y ganarnos la vida como los demás. Queremos vivir de una forma más independiente, eligiendo nuestro piso y nuestros compañeros” 

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos ver como en pleno siglo XXI se sienten excluidos en la sociedad y privados de sus propios derechos como ciudadanos. Se sienten inferiores a los demás simplemente por poseer un cromosoma de más, que no los exime de poder realizar cualquier tipo de actividad que desarrolle otro individuo sin dicha patología, porque son igual de capaces de hacerlo. Lo único es que una persona con síndrome de Down, necesitará realizar más repeticiones y precisará de un mayor periodo de tiempo porque así lo determina su capacidad de desarrollo genético, pero ese cromosoma de más no tiene por qué dejarlos atrás. Un claro ejemplo con respecto a que las personas con síndrome de Down son tan capaces de llegar lejos como cualquier otra persona que no posea su misma patología, es Pablo Pineda Ferrer que ha sido el primer europeo con síndrome de Down en llegar a concluir sus estudios universitarios. Es Diplomado en Magisterio de Educación Especial y, le faltan pocas asignaturas para ser Licenciado en Psicopedagogía. Además, en 2009 fue galardonado con la Concha de Plata al mejor actor, por su papel protagonista en la película “Yo también”. Sin embargo, este gran luchador ha querido seguir demostrando su valía y su capacidad de superación, publicando su primer libro el pasado año que llevaba por título; El reto de aprender. En esta ocasión, pretende relatarnos su paso por el sistema educativo así como su reflexión acerca de la educación, la enseñanza y el aprendizaje. 

Con todo ello, cabe destacar como aspecto concluyente la importancia de la integración en nuestra sociedad de estas personas, pues solo nos diferencia un cromosoma porque hemos visto, con el ejemplo de Pablo Pineda, que son igual de competentes en el ámbito educativo que una persona que no posea su misma patología. Aprovechando la mención al ámbito educativo, podemos decir que actualmente su inclusión está siendo más próspera, hay muchos más avances para asegurar la integración en las aulas y, por supuesto, esperamos ver en un periodo no muy lejano, como acceden a las universidades y promocionan con sus compañeros tal y como ellos han destacado en el manifiesto que hicieron público el día de ayer. Por ello, es fundamental que todos tomemos conciencia de la realidad a la que están sometidos, que poseen una patología que no debe privarlos de nada y, entre todo debemos luchar con ellos para que puedan desarrollarse plenamente como ciudadanos con sus derechos y deberes. 

¡Si todos estamos con ellos, lo conseguiremos!

Finalmente, no nos gustaría acabar el post sin aportar una breve ilustración del trabajo realizado por la persona en la que hemos ejemplificado la superación y el desarrollo social, personal y profesional de un individuo con síndrome de Down, Pablo Pineda. Para ello, les aportamos el tráiler de la película que él mismo protagonizó y, les animamos a deleitarse viéndola.


Fuentes: 

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