Desde hace bastantes años se vienen haciendo prácticas terapeutas con animales, un ejemplo de ello son los caballos que se consideran adecuadas para niños y personas que padecen algún tipo de discapacidad tanto físico, retórica como afectiva- emocional, es decir niños con Autismo, Síndrome de Down, etc .
Este tipo de animales sirven de ayuda para que las personas que tienen estas discapacidades puedan trabajar el fortalecimiento de sus músculos debido a la perdida de fuerza en ellos, puede emplearse además la terapia para mejorar el equilibrio y coordinación del cuerpo humano en general, trasmitirle el calor corporal del caballo hacia la persona para relajar los músculos del cuerpo, debido a que el calor del animal es mayor que el humano.
Otro tipo de práctica es el trabajo con los niños/as de la parte emocional, que aunque podemos ver como esta parte del trabajo ve sus frutos en el futuro mas lejano, se puede trabajar la autoconfianza, el autoestima, la cooperación en grupo, y sobre todo la atención a la comunicación para niños con autismo.
En general, son cada vez mas las práctica que se desempeñan con estos animales ya que tienen una gran conexión con el ser humano, potenciando sus capacidades a través de sus movimientos al andar trasmitiendo a los sujetos una gran estabilidad y superación de sus capacidades tanto motrices como de relación con los demás.
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